El Aislamiento Térmico Exterior es hoy reconocido, sin contestación, como una solución técnica de alta calidad.
Algunas de sus ventajas:
Reducción de las puentes térmicas, lo que se traduce en una menor espesura del Aislamiento Térmico, cuando en comparación con sistemas tradicionales;
Mejoría del comportamiento acústico de la estructura;
Reducción del risco de condensación e incremento de la Impermeabilidad de las Fachadas;
Economía de Energía debido a la reducción de las necesidades de calefacción e de refrigeración del ambiente interior, con respectiva diminución de los Gases Estufa criados por la producción energética;
Reducción de la espesura de las paredes exteriores. Con esto se aumenta la área habitable de los inmobles al mismo tiempo que representa una baja del peso total de las edificaciones.
La baja del peso es sinonimo de aligeramiento de las cargas a suportar por la estructura e por inherencia el coste de la misma; Aumento de la protección conferida a las fachadas contra las agresiones de los agentes atmosféricos (Choques Térmicos, Polución, Agua, Radiación Solar, Viento, ostras);
Facilidad de aplicación en edificios ocupados sin molestar quien de ellos disfruta, lo que hace con que esta técnica sea particularmente adecuada para la rehabilitación de Fachadas habitacionales degradadas;
Cum-Energética;
Diminución del gradiente de temperaturas a que son sujetas las camadas interiores de las paredes; Inúmeras posibilidades de acabamiento.
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